La mamá del femicida de Yuto rompió el silencio: “Ella perdió a sus hijas y yo también al mío”

“Estoy pasando por algo muy duro que ni yo podía imaginar”, afirmó a «La Primera Hora» Carmen, madre de Javier B., el sujeto que asesinó a su ex pareja Pamela y a su ex cuñada Ramona en Yuto, y que fue detenido luego de estar varios días prófugo.

La mujer se solidarizó con Graciela, la madre de las víctimas y manifestó que “si pudiera la abrazaría por todo el dolor que está pasando”. Aseguró que “no estoy en contra de esa mamá, porque ella está sufriendo algo terrible”.

“Ella perdió a sus hijas y yo también al mío”, señaló Carmen que es madre de 9 hijos. Aseguró que a su hijo “le espera mucho tiempo de encarcelamiento” y señaló que “quizá en ese tiempo ya esté en los brazos del señor”, señaló.

La mujer aseguró que “no venimos de una familia mala” y denunció que recibió amenazas e insultos. “Recibí fotos de balas, de armas, amenazando mi vida”, relató y señaló que “me puse muy mal porque no quiero más habladurías ni amenazas, quiero vivir tranquila, quiero estar en paz”.

Sobre la relación del hombre detenido y su ex pareja Pamela, la mujer afirmó que “discutían y se peleaban como toda pareja. A Pamela le habla fuerte porque ellos eran así”. “Él tenía su genio de persona violenta, porque boxeaba, pero nunca fue violento con sus hermanos y respetaba a su mamá”, contó.

“Mi hijo estaba cansado, porque (Pamela) se llevaba siempre a sus dos hijos”, señaló Carmen y aseguró que “yo lo veía llorar, sufrir”. Contó además que el día del doble femicidio, horas antes vio a su hijo golpear el portón de su casa: “Decía ‘ya no aguanto más, me llevan a mis hijos otra vez”.

La mujer contó que desde que ocurrió el violento desenlace no pudo hablar con su hijo. “Por eso estoy sufriendo, porque no sé en qué cárcel está mi hijo. Como mamá quiero saber dónde está”, aseguró y pidió poder ver a sus nietos. “Pido que me dejen verlos, llevan mi sangre”, señaló.

Javier B. cumple hoy 25 años y continúa detenido luego de haber sido atrapado en el pueblo salteño de Apolinario Saravia. Estuvo al menos cinco días prófugo luego del doble femicidio y llegó a la casa de una de sus hermanas. Fue ella quien llamó a la Policía.